Dentro de la cotidianidad con la que he vivido este último
mes, lo cierto es que ha estado lleno de cambios. Cambios previstos. Se van los
Erasmus. En principio, sólo Miguel y yo teníamos prevista una beca para el curso
completo pero, con mayor o menor éxito, algunos han solicitado quedarse también hasta junio. Se quedan seis de nueve polacos. Se me va el Filip pero se queda la
Agniezska. Por los demás que se quedan tengo desde poco trato a desprecio, pero
no procede entrar en detalles… No se puede uno llevar bien con todos y cada uno
de los individuos de un grupo numeroso, creo yo. Mis dos amigas lituanas
quieren quedarse pero todavía no saben si lo conseguirán. Dependen de su
universidad de origen. Por lo demás, sí me duele la marcha de los checos. O las
checas. O la checa.
En fin, no puedo ser pesimista en absoluto. Tengo al Osman y
al Idris, que me dan la gloria, viene el Miguel en un mes y… ¡mi familia! en dos.
Albergo la esperanza de ser visitado por algún amigo más desde España y por
algún Erasmus de por ahí. Empiezo además a estar muy ilusionado con el ‘Proyecto
Eurocopa’, para cuando abandone este país, en una paulatina vuelta a casa.
Pretendo tirarme unos días dando vueltas por Polonia, aprovechando el evento
futbolístico y la suerte de tener gente que me reciba en tres ciudades:
Cracovia, Varsovia y Lodz. Y si alcanza el dinero, que no lo creo, visitar
Lituania y República Checa antes de volver. Lo que se disfruta planificando
viajes, buscando vuelos baratos…
Tengo de aquí a entonces varios viajes más marcados como
seguros: Rumanía, que pa eso están allí la Elena y er Moro, el este de Turquía
(Kurdistán para los nostálgicos) y quizá Irán, pero tengo que desplazarme a
Ankara a pedir un visado que no sé si me concederán. Bueno, también volveré a
Estambul, medio obligado, ya sea a recibir a gente o como escala en viajes.
Digo medio obligado porque hace poco estuve allí. Planteé mi
visita a España pensando en regresar para pasar fin de año en Estambul, una
iniciativa de todo el grupo Erasmus que se diluyó hasta no ser ni mucho menos
lo esperado. Debí haber escrito antes sobre esto pero me dio pereza, por los
malos resultados respecto a las expectativas creadas. No en vano, fueron 4 días
que empleé con bastante eficiencia para conocer Estambul. Terminé yendo solo a
muchos sitios ante la falta de empatía con alguna gente… pero disfruto bastante
viajando solo.
Para terminar, voy a intentar responder a una pregunta que
muchas veces me resulta incómoda y difícil de responder: “Y si no tienes que estudiar
ni na, ¿qué haces?”. Po juego a tavla, bebo cerveza cara (ya me he pasao a la
Calsberg, paso de Efes), fumo cachimba, juego y veo fútbol, que aquí La Liga es
en abierto, y… sobrevivo. Se va bastante tiempo en sobrevivir, en serio. No
suelo tener la nevera precisamente repleta y comer en la calle es más barato.
Un kebap (doner, en verdad) entre 2 y 4 liras (0’80 y 2 €). Y el menú en la
universidad, 2’10 liras (0’85 €). Bastante decente, casi siempre arroz, sopa (çorba)
y legumbres.
Ah, coño, y voy al gimnasio. No está el tiempo ni el asfalto
(no hay tramo de acera que esté terminado) pa salir a correr, así que he
empezado a ir al gimnasio de la universidad, que es gratis. Bueno, y de vez en
cuando a uno de pago que está mil veces mejor, con shu sauna y shu jacuzzi. Voy
a volver petao, lo aviso.
En er capítulo intelectual, he aprobado todas las
asignaturas fácilmente y con buena nota. Me falta saber la de un profesor un tanto
cabroncete, que no me quería evaluar por no haber ido a sus clases, en turco...
Pero bueno, le hice un trabajo de copia-pega y espero que le haya molao.
Ah, me compré un libro para aprender turco pero de momento
no consigo imponerme demasiada disciplina autodidacta. Creo que lo conseguiré
pronto. Con todo el trasiego de idas y venidas de la gente, me quedo solo en la
segunda quincena de febrero.
Po nada, ya tengo el blog al día en cuanto a gilipolleces
mis circunstancias vitales. Soy feliz en esta burbuja, todavía ajeno a la furia
que sentiría mamando el panorama patrio y sus 5 millones de parados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario