Escapadita a Kahramanmaraş (Maraş para los amigos)

Ayer, tras cinco semanas 'atrapado' en Gaziantep, tuve la oportunidad de ir a ver a una amiga a Maras, una ciudad a poco más de 80 km. al norte.



Después de varias semanas de mal tiempo, el Señor nos ha venido regalando algunos días soleados y he podido sacar la cabeza de esta madriguera de barro, polvo, cemento y adoquines alborotados.


De lo que no me libro es del pronto anochecer. Me volví sobre las 6 y la noche ya era cerrada. Pero bueno, madrugué por una vez y disfruté de las radiantes horas de sol. Tras la mejora del tiempo, el paisaje durante el camino fue precioso, con los pinares de las afueras de Gaziantep todavía con algo de nieve y luego las llanuras previas a los montes Tauro. Fue muy curioso comprobar, conforme nos acercábamos, que Maraş está justo en la falda de las montañas más altas y nevadas que empecé viendo en el horizonte.


Bueno, os cuento algunas cosas sobre la ciudad. Sin saber nada al respecto, tuve la fortuna de que mi visita coincidiera con un gran día festivo a nivel local. Por lo visto ayer se conmemoró "la victoria contra la legión francesa de Armenia durante la Batalla de Maraş en la Guerra de Independencia Turca". Momento para un apunte histórico, pues, con la Wikipedia como fuente siempre:
"La guerra de Independencia turca se extiende desde la derrota del Imperio otomano a manos de los Aliados en la Primera Guerra Mundial hasta la declaración de la República de Turquía el 29 de octubre de 1923".
Kahranmanmaras era conocido como Maraş o Marash. Obtuvo su nombre actual en 1973, cuando la Gran Asamblea Nacional de Turquía añadió "Kahraman" ("héroe" en turco)  en conmemoración de la victoria mencionada.
Lo mismo sucede con Gaziantep, que era y sigue siendo conocida informalmente con Antep y se le añadió el prefijo Gazi ("guerrera victoriosa", "veterana"...) tras, en este caso, rendirse a los franceses (que se hartaron de matar gente aquí, niños incluidos), en 1921.

En fin, hablando ya de situaciones algo menos belicosas, he de comentar que una de las pocas referencias que tenía de Maraş era su famoso helado. No sé si será mi leve resfriado pero no percibí que tuviera ningún sabor del otro mundo: nata de toda la vida. Eso sí, acompañado por 4 trocitos de baklava, el delicioso dulce típico de Antep.


Tal y como me anticipó mi amiga kurda, Asu, la ciudad no tiene mucho que ver. Con el "castillo" (realmente es una simple muralla), las reglamentarios mezquitas y el también típico bazar, quedó visto el centro.


Ah, aquí tenéis el enlace a la galería de fotos completa. Os dejo también un vídeo que tomé de uno de los muchos grupos, cada uno con su indumentaria particular, que había bailando y tocando música popular por las calles. Un saludo.


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