A la espera de que lleguen mis padres y hermana el domingo,
la semana pasada tuvimos la primera visita desde España. Vino Tomás,
hermano de Miguel, y aprovechamos la ocasión para visitar varios sitios por la
zona.
El viernes fuimos a Rumkale (“castillo
romano” en turco). Se trata de una fortaleza natural, amoldada sobre barrancos
a los pies del místico río Éufrates (Firat en
turco), que sirve de frontera natural entre las comarcas de Gaziantep y Şanlıurfa.
Como resultado del trasiego de gente que ha pasado por allí, el sitio ha
sido utilizado por distintos pueblos a lo largo de la historia, a partir del siglo XII: asirios, romanos, armenios, mamelucos... y hoy visitado por guiris españoles.
Cuando, finalmente, subimos al barco, coincidimos con una
pareja alemana, sositos como ellos solos, y un chavea germano-turco, como Özil.
Sin embargo, me llevé un par de datos interesantes: por un lado, estuvimos
hablando de que Gaziantep tiene la más importante industria de cuero en el país
(discrepo, tengo entendido que sólo textil) y nos contaron que aquí se hicieron
los zapatos y demás elementos del mencionado material para películas tan célebres como Gladiator, Troya o
la saga de Harry Potter.
El otro dato útil que nos dieron propició la expedición del domingo, que he de avanzar que fue muy pero que muy interesante pero lo contaré un poco más adelante. El resto de esta excursión lo pueden describir las fotos. Aquí la galería completa. Un saludo.
La forma más común y accesible para recorrer aquel entorno
es navegando. Nuestro primer destino, vía terrestre, se trata del
pueblo de Halfeti, situado en la misma orilla del cañón, donde
debíamos coger el barco. Al ser muy árida toda esta zona del país, impresiona
ver de repente la cantidad de agua que transcurre bajo aquel barranco.
Sin
embargo, no es oro todo lo que reluce. El enorme caudal actual del río no es
original sino resultado del plan hidrológico de los últimos gobiernos, que se
ha puesto a construir presas y embalses, sin reparo en arrasar pueblos enteros
e inundar espacios de gran valor histórico y arqueológico como Zeugma,
donde vivió Alejandro Magno y donde se extrajo el material expuesto hoy en un museo en Gaziantep, compuesto
esencialmente de mosaicos, incluido el de la mujer gitana, emblema
de la ciudad.
Mezquita sumergida de la que sólo asoma el minarete |
Tras el obligado trasbordo de autobús en Birecik,
una vez en Halfeti la espera para tomar el barco se hace un
poco larga, debido al relajado concepto de “media hora”, “cinco minutos”… que
tiene el personal. Sin embargo, lo pasamos bien con la (siempre) amable gente
del lugar, chapurreando el turco que sabemos, con conversaciones recurrentes y
negociando el precio del pasaje. Es magnífico que te quieran colar 100 liras y,
en un minuto, esté la cosa en 10. No es para ofenderse, a menos que con la
falta de experiencia te dejes engañar. La ausencia de precio fijo, el regateo y
el intento de pegarse un pequeño abuso con los turistas forma parte de esta
cultura.
Halfeti |
El otro dato útil que nos dieron propició la expedición del domingo, que he de avanzar que fue muy pero que muy interesante pero lo contaré un poco más adelante. El resto de esta excursión lo pueden describir las fotos. Aquí la galería completa. Un saludo.